Soy de las que piensan que estamos en un momento en el cual la sociedad nos reclama que nos reconciliemos con nuestro apostolado docente, queriendo o no somos capaces de dejar huellas o cicatrices en las almas de nuestros estudiantes. Como ustedes saben el tema del #Autismo me ha sensibilizado por las razones que ya conocen. Por eso en algún momento escribí esta carta y la llamo la carta posible porque quisiera que muchos niños tuvieran razones para dedicarle esta u otra carta de agradecimiento a su docente. Espero les agrade: Querida Maestra o Maestro: Saludo desde el alma tu vocación y entrega. Ha culminado este año escolar y quien te escribe desea sinceramente agradecer a Dios por haber permitido que fueras parte de mi proceso educativo. Aún recuerdo tus ojos temerosos aquel primer día, recuerdo el celo con el cual me observaste durante un tiempo. Hoy puedo confesar que también yo tuve miedo, miedo a repetir episodios pasados donde la confusión podía vulnerar mi tranquilidad. Te diste cuenta que mi más grande preocupación era precisamente esa sensación que me hace sentir diferente a los demás. Recuerdo cuando me permitías dar esos paseos que me hacían recuperar la paz, comprendiste que para mí es difícil mantenerme mucho tiempo sentado. Una de mis dificultades ha sido no saber hacer amigos, tú sabes cuánto me cuesta y por eso aquella mañana cuando llegué a clases después de días de ausencia, pude sentirme feliz al notar que todos mis compañeros me saludaban con afecto. Gracias porque me suministraste ayudas visuales para recordar la rutina, nunca olvidaré tu voz calmada y serena, tu mirada generosa y llena de amor. Todos hablan de diversidad y tienen una opinión diferente sobre mi condición, muchos juzgan a mi mamá y hasta recomiendan terapias alternativas para mi "malcriadez" , una de mis anteriores maestras decía que unos correazos a tiempo no me harían daño... Tú, sin embargo fuiste comprensiva sin ser débil, me respetaste y enseñaste a todos a aceptarme. Valoraste mis intentos por hacer mejor las cosas cada día, le diste importancia a mis necesidades, a tu lado me sentí especial, no por mi condición, sino por ser tu alumno. ¿Ya viste que no era tan difícil? Gracias por aceptar este reto con disposición y por interesarte en aprender cómo ayudarme a crecer. Ojalá todos los niños del mundo pudieran conocerte o mejor, quisiera que todos los maestros fueran sensibles como lo eres tú. Te quiero mucho!!!
|