|
Bienvenido a la historia de la comprensión del Autismo. Aquí encontrarás información sobre algunos hitos interesantes.
Siempre ha habido Autismo en la humanidad, pero inicialmente no lo distinguíamos. Por eso no podíamos hablar de él.
No teníamos palabras para nombrarlo. La humanidad tiene miles de años, pero hace doscientos ni siquiera nos dábamos cuenta de que el Autismo existía y siempre había existido entre nosotros.
Hace apenas un centenar de años que empezamos a darle un nombre. Pero al nombrarlo no resolvimos el problema.
Nos tuvimos equivocando catastróficamente por décadas en su comprensión y por eso maltratamos a mucha gente, hasta hace unas pocos lustros que comenzamos a entender mejor el asunto.
En este espacio conocerás algunas personas relevantes en la historia de la comprensión del Autismo.
Algunos héroes metódicos que comenzaron a distinguirlo, a intentar construir explicaciones,
algunas almas de sensibilidad especial y orientación al logro que iniciaron nuevas prácticas de conexión, interacción, educación e intervención social.
También algunos antihéroes que muy apegados a ideas absurdas e infundadas, independientemente de sus intenciones,
hicieron daño a muchas personas y familias.
Conocerás adicionalmente algunos de los casos de quienes fueron analizados en los primeros estudios y sobrevivientes
de los primeros tratamientos. Entrarás en contacto con sus aportes.
Comprender el Autismo es importante para la humanidad.
A medida que lo hagamos vamos a aprender mejor de la diversidad que necesaria y afortunadamente nos trajo hasta aquí, nos conforma y nos llevara lejos.
Bienvenido, esta historia es para disfrutarla…
Leo Kanner
13 de junio de 1896 al 03 de abril de 1981
¡El Autismo puede ser caracterizado minuciosamente!
Psiquiatra Austríaco Estadounidense muy conocido por haber publicado en 1943 el paper Autistic Disturbances of Affective Contact que fue considerado por mucho tiempo como la primera caracterización formal del Autismo. En el mencionado paper Kanner describía 11 niños, 3 niñas y 8 niños, que eran muy inteligentes pero que mostraban "un poderoso deseo de soledad" y "una obsesiva insistencia en hacer las mismas cosas". Llamó a esta condición "autismo infantil", tomando el término Autismo de Eugen Bleuler quien lo había usado con pacientes adultos con esquizofrenia. Las características de estos niños mencionadas por Kanner eran las siguientes:
El mérito que se destacó en el trabajo de Kanner fue precisamente clasificar el autismo como algo independiente de los desórdenes psicóticos. La historia resalta el paso que significó el hecho de que Kanner presentara la condición autista como algo distinto a un precursor de la esquizofrenia, que es como se había manejado el autismo hasta entonces: "Estas características conforman un único síndrome, no referido hasta el momento, que parece bastante excepcional, aunque probablemente sea más frecuente de lo que indica la escasez de casos observados. Es muy posible que algunos de ellos hayan sido considerados como débiles mentales o esquizofrénicos. De hecho, varios niños del grupo nos fueron presentados como idiotas o imbéciles, uno todavía reside en una escuela estatal para débiles mentales, y dos habían sido considerados anteriormente como esquizofrénicos" . Kanner explicó que una persona con esquizofrenia se aparta de sus relaciones establecidas, mientras que una con autismo no las construye previamente por lo que vive en una extrema soledad. El primer trabajo sobre Autismo publicado por Kanner en 1943 luego de cinco años de observación contenía una serie de descripciones que contribuyeron a caracterizar oficialmente el Autismo: Kanner notó trastornos de lenguaje observando que varios de los niños presentaron retrasos en su lenguaje y que los que eran verbales hablaban con peculiaridades tales como ecolalias o trastornos pronominales. También notó comportamientos ansiosos y obsesivos que resultaban en repetición de acciones, verbales o conductuales. Señaló rasgos positivos como una excelente memoria. Mencionó que cuatro de los once habían sido considerados al principio como sordos o con problemas de audición. Comentó acerca de dificultades a la hora de comer y lo que eso podía significar. Adicionalmente hizo la importante observación de que por otro lado los niños del estudio no parecían tener problemas de salud y que su electroencefalograma daba resultados normales, si bien algunos presentaban dificultades en su andar. Aunque la historia oficial señaló siempre a Kanner como el primer autor en definir el Autismo algunos hechos parecen mostrar que en realidad Kanner conocía los trabajos previos de Asperger, pero le interesó ignorarlos en sus publicaciones: Los dos tenían el origen Austríaco común, dos de los psicólogos que inicialmente trabajaron con Asperger en Viena atendiendo los casos de Autismo, Anni Weiss y Geoge Frankl, trabajaron luego con Kanner en el Johns Hopkins Hospital y finalmente Kanner tenía citas de la revista donde Asperger había publicado su trabajo. Todo esto apunta, como documenta Steve Silberman en su libro NeuroTribes, que Kanner conocía las investigaciones de Asperger y sus colaboradores pero no lo mencionó para que su propio trabajo adquiriese más resonancia, lo cual se facilitó por estar Kanner ubicado en los EEUU mientras que Asperger en Viena estaba en una zona controlada por el nazismo y de hecho su clínica fue destruida por la guerra. Por otro lado, independientemente de la relación de los contemporáneos Aspeger y Kanner, al estudiar en detalle la Historia de la Comprensión del Autismo resulta obligatorio mencionar los méritos de la descripción realizada por Grunya Sukhareva casi dos décadas antes, en 1925 en ruso y en 1926 en alemán, en una revista científica conocida por los profesionales del área. Finalmente, al estudiar como en la historia de la ciencia psiquiátrica occidental se había reaccionado ante el Autismo hay que marcar otro hito que ocurrió mucho antes aún: los trabajos del Dr. John Langdon Down, quien, además de caracterizar el síndrome que lleva su nombre, describió la condición de un grupo de niños que no podían ser enmarcados dentro de las limitadas categorías clasificatorias de la época: "retardo mental" o "esquizofrenia". En otras palabras, las publicaciones de Kanner tienen un mérito que debe ser reconocido. Su trabajo abrió un espacio social y científico para el Autismo, y Kanner además mostró capacidad de evolución porque después de haber suscrito inicialmente la tesis del Autismo causado por la crianza de madres frías, corrigió esta idea más adelante. El punto es que en una justa reconstrucción de la Historia de la Comprensión del Autismo hay que colocar sus aportes en contexto y darle mérito a los pasos de sus predecesores. Ver más:
NeuroTribes
Steve SilbermanPenguin Random House, New york 2015
Deconstruyendo a Kanner
Josep Artigas-Pallarés, Isabel PaulaNeurología 2017; 64 (Sip 1): S9-S15
El autismo 70 años después de Leo Kanner y Hans Asperger
Josep Artigas-Pallarés, Isabel PaulaRevista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, Vol 32, Nro 115, jul/sep 2012 http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0211-57352012000300008 |
|