Grunya Efimovna Sukhareva fue una destacada Psiquiatra infantil ucraniana cuyo trabajo de investigación con niños dentro de lo que hoy llamamos el espectro autista fue claramente adelantado para la época.

Nació en el Kiev (hoy Ucrania) en 1891 y trabajó cuatro años en el hospital psiquiátrico de esta ciudad, entre 1917 y 1925. Posteriormente se traslada a Moscú donde dirigió el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Kharkov, fundó la Facultad de Psiquiatría Pediátrica del Instituto Central de Educación Médica de Postgrados y llegó a dirigir la sección infantil de la Sociedad de Neurología y Psiquiatría de Moscú. 

Publicó en 1925, en ruso, una descripción detallada de los síntomas autistas en un trabajo donde describe con detalles las características de un grupo de seis niños... ¡18 años antes que la descripción de Leo Kanner y 19 antes de la de Asperger!. En 1926 publicó su trabajo en alemán en la revista Monatsschrift für Psychiatrie und Neurologie la cual era, para la fecha, una de las pocas publicaciones científicas regulares dentro del área.

Grunya Sukhareva usó inicialmente el término "Psicopatía esquizoide" que luego sustituyó por el de "Psicopatía autista" diferenciando la condición autista de la esquizofrenia. Es muy interesante que no limitó sus esfuerzos a la caracterización del Autismo sino que trabajó también  en el desarrollo de terapias adecuadas. De hecho fundó en Moscú una escuela terapéutica para niños con problemas psiquiátricos, siendo en ese lugar donde hizo las observaciones fundamentales de su investigación.

Resulta notable que las seis personas descritas por Grunya Efimovna en su caracterización de la "Psicopatía Autista" cumplen los criterios del reciente DSM 5 publicado en el 2013 y que a pesar de ello, su trabajo ha sido grandemente ignorado en la historia contada en muchas referencias. Incluso después que su descripción fue difundida en inglés en 1996, con la traducción realizada por Sula Wolf, donde la traductora resaltó en su introducción que si bien alguna de la terminología de diagnóstico usada por la psiquiatra ucraniana estaba actualmente en desuso, las características resaltadas estaban admirablemente escritas y muchas de las ideas expresadas permanecían claramente vigentes, como la importancia de separar la esquizofrenia del autismo y el señalamiento de que debía haber factores genéticos sobre cuyo sustrato se desarrollaba el espectro autista.

Estas ideas en el siglo XXI quizá se perciban como algo muy natural, pero la vinculación de la esquizofrenia con el autismo estuvo muy presente en las primeras décadas del siglo XX y la sugerencia de asociar el autismo a un sustrato genético no adquirió fuerza sino en las décadas finales del siglo. Como muestra la Historia de la Comprensión del Autismo por muchos años se llamó al autismo esquizofrenia infantil y, bajo la influencia de las escuelas psicoanalíticas, se asoció el autismo a problemas de crianza en los hogares por las características ausentes en los padres. Ambas nociones se mantuvieron por décadas, ignorando los aportes que hizo Grunya Efimovna en una fecha tan temprana como 1925.