Psicólogo clínico noruego-americano, Profesor de la Universidad de California (UCLA) durante casi 50 años.

Dedicó su vida a proponer y desarrollar el Análisis Conductual Aplicado (ACA), en inglés Applied Behavior Analysis (ABA). Con este método generó las primeras evidencias documentadas de que a través de la enseñanza el comportamiento de los niños con autismo podía ser modificado, un aprendizaje que hoy es la creencia dominante, pero que en la época en que le tocó trabajar al Dr. Lovaas no era lo que se creía.

Sus técnicas fueron diseñadas y depuradas con la intención de reducir el comportamiento inapropiado y estimular la comunicación, el aprendizaje y el apropiado comportamiento social.

Era una persona rigurosa, metódica, con el espíritu investigativo que se requiere para buscar alternativas, formularse preguntas y no descansar hasta encontrar respuestas y, muy importante, la honestidad intelectual para reconocer y aprender de los errores. 

Muy influenciado por las ideas conductistas de Skinner, Lovaas cometió algunos errores que luego reconoció y trabajó para superarlos. Inicialmente, por ejemplo, le parecían que eran adecuados, no sólo el reforzamiento con estímulos positivos, sino los condicionamientos basados en estímulos adversos. Esto no es hoy una idea aceptada socialmente, pero en los años sesenta, en la época en que Lovaas comenzaba sus investigaciones, una de las posiciones que se defendía era una concepción condutista del aprendizaje lo cual incluia el  uso de técnicas como la de gritar al niño "No", al tiempo en que se aplicaban descargas eléctricas. 

Formado con las ideas del conductivismo Loovas partió con esas creencias, pero evolucionó en forma significativa y adoptó métodos basados sólo en reforzamientos positivos: sonrisas, aprobaciones simples o elogios entusiastas y premios adecuados a los intereses del niño. Trabajó desarrollando programas que pudieran ser aplicados metódicamente y replicados sistemáticamente con rigurosidad y disciplina científica.

Se cuenta que con una honestidad y sencillez que merecen ser reconocidas y destacadas, Loovas refiriéndose a su propio trabajo reconoció tres errores básicos que había cometido: Centrar la intervención en un ambiente hospitalario, excluir a los padres de la actividad terapéutica y esperar cambios demasiado bruscos. Es interesante que al reconocer estos errores trabajó para encontrar alternativas y superarlos.

Trabajó tanto en ambientes de laboratorio como en hogares, incorporó a padres y estudió sus resultados para ajustar las expectativas y métodos. 

En 1995 fundó el Instituto Lovaas para la intervención temprana.

Su actitud hacia la vida y hacia su trabajo se refleja en la siguiente frase pronunciada durante una entrevista:

"Me gustaría ser recordado como alguien que trabajó para liberar a aquéllos cuyas mentes se sirven de ellos. Y como una persona que desafió la noción de que las variables que hemos utilizado a considerar como estables, tales como coeficiente intelectual y autismo, no son realmente inmutables como muchos habían pensado antes"

Muchos docentes y terapeutas hoy día critican el ABA como método de intervención en el trabajo con niños con Autismo bajo el argumento de que las actividades que se realizan con él son excesivamente mecánicas y preestablecidas por lo que se logran repeticiones de respuestas idénticas ante estímulos idénticos, pero no necesariamente aprendizajes con generalización de conceptos. Por ejemplo, un niño que aprende a reconocer colores o formas o palabras en un trabajo uno a uno con una terapeuta, reforzado positivamente para que se comporte de la forma esperada, puede proporcionar en la sesión con la terapeuta resultados exitosos, pero no necesariamente sabe aplicar los conceptos, aparentemente aprendidos, en otros contextos de la vida cotidiana. 

Existen también muchos profesionales que defienden el ABA por su carácter metódico, riguroso, sistemático, donde los aprendizajes son mensurables y los resultados medidos con evidencias claras. De hecho algunos, con mucha conciencia, incorporan técnicas con mucho contacto afectivo al realizar sus sesiones con ABA, buscando asegurar la generalización de los conceptos y no quedándose sólo en la repetición mecánica.

Dejamos al lector su juicio, pero independientemente de cualquier crítica o elogio al ABA, es claro que éste es un método  ampliamente usado en el mundo y Ole Ivar Lovaas es una persona recordada en la Historia de la Comprensión del Autismo por su compromiso, honestidad intelectual y su insistencia en el trabajo de intervención basado en evidencias. Todas  virtudes que necesitamos.