"La persona siempre va delante,
la persona es lo primero"; para mí es importante ratificar esta afirmación que
he escuchado en uno de los videos sobre autismo de Daniel Comin.
Trabajo en un Colegio de educación integral donde
tenemos la oportunidad más grande y hermosa de ver a diario niños
diagnosticados con el espectro y que pasan desapercibidos porque son tratados
como personas, se les reconoce que tienen necesidades, emociones, inquietudes y
que además generan unas exigencias capaces de hacer reestructurar una
planificación en las maestras, que en definitiva es para bien de ellos y del
grupo en general.
A pesar de ser tan
estructurados manifiestan cansancio y aburrimiento ante las actividades que no tienen
creatividad alguna y en cierto modo se convierten en protagonistas (pues sus
exigencias abren paso a la búsqueda de algo novedoso en la planificación).
El trato que reciben de sus compañeros es de
respeto, se les enseña de esta manera porque creemos que la forma de poner en
práctica los valores depende de cada uno, del esfuerzo personal, así logramos crear
un ambiente de convivencia agradable y esta debe fundamentarse en el respeto
hacia los demás, en la ayuda mutua y en la inclusión.
Son merecedores de respeto, de trato
digno y responsable. El trato cargado de
humanidad y paciencia lo logran estos niños, que para nosotros son especiales,
entendiendo por especiales: porque roban la atención, porque roban los
corazones, porque con sólo una pregunta cuestionan y obligan a hablarles a
todos de manera más sencilla y cariñosa y al mismo tiempo con exigencias a las
que pueden responder convencidos. Es la fuerza del amor incondicional y el
deseo de formarlos como personas, para hacer el bien sin distinción, lo que
permite que el ambiente de convivencia sea agradable y beneficioso para las
personas con TEA pues observamos que la adaptación es maravillosa y sus avances
son satisfactorios.
Aclaro que todo esto
se logra con la ayuda y apoyo de psicopedagogos, la disposición de las maestras
y todo el personal, adaptaciones curriculares en su momento y lo más importante
es la aceptación de los padres y la integración de ellos en el proceso de
enseñanza.
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