Una de las frases que más ha captado mi atención este año es esta: "Un granito de arena". Definitivamente me resulta complicado el agregar frases coloquiales a mi vocabulario, pero el saber el significado de ésta, me ha hecho meditar acerca de ella.
He pensado en cuánto podemos hacer nosotros, en cuánta ayuda podemos proporcionarle a niños y adultos con necesidades especiales sin importar lo mucho o poco que sepamos o lo mucho o poco que aportemos. Lo importante es brindarle a una persona que tiene autismo el deseo de estar, al escucharlo y, sobretodo, de comprenderlo y tratarlo como alguien valioso.
Desde mi punto de vista, padres y maestros tienen en sus manos una de las cosas más importante para aportar este: "granito de arena": ¡Tiempo para observar! Como docentes es necesario estar alerta a cualquier cambio que presente el niño en sus primeros años de vida. Existen medios, especialistas y gente dispuesta a dar la información propicia para adquirir los conocimientos necesarios que ayudan a saber qué hacer.
Crecí con el conocimiento de que en muchos aspectos era distinta al resto de la gente, mis maestros y profesores me apartaban, agredían y se dirigían a mí de manera inapropiada, por pensar y actuar de manera poco esperada para ellos.
He pensado en lo diferente que pudo haber sido mi vida si hubiese recibido la ayuda necesaria en mi niñez tan sólo una persona necesitaba que se diera cuenta, que investigara y actuara a mi favor. Pero ya que eso no ocurrió, se intensificaron mis rasgos. Mis conductas que pudieron ser corregidas a tiempo, empeoraron; a medida que iba creciendo más complicado se hacía todo y como no tenía las herramientas, así continuó hasta mi adultez.
Hoy día puedo notar el papel tan fundamental que tengo al ser docente de educación preescolar. Comprendo cuán importante es informarme y así tener las herramientas necesarias para aportar "un granito de arena", para que los niños con los cuales me encuentre puedan tener un mejor desarrollo y calidad de vida, en especial los niños que tienen autismo. ¡Tan sólo con observar, puedo hacer la diferencia!
No existen unos pasos a seguir, pero pienso que el más significativo es: Actuar. No nos quedemos callados, no apartemos a nadie, no etiquetemos, no critiquemos actitudes y comportamientos tan sólo observemos, investiguemos, busquemos soluciones, ayuda, apoyo.. ¡Hay tantas cosas positivas y maravillosas para hacer! Sin importar lo mucho o poco que se haga ¡Hagámoslo! Eso hará la diferencia.
Todos podemos colaborar, todos podemos aportar, todos podemos dar "un granito de arena".
(*) La autora, Eilyn Gabriela Parra, es una docente de educación preescolar, diagnosticada con Síndrome de Asperger. La motivación para este escrito surgió luego de un evento sobre Autismo para estudiantes de educación donde se les exhortó a los participantes poner su "granito de arena" para crear nuevas oportunidades educativas..
Podemos escuchar el audio de "Un granito de arena" en la voz de su autora en el siguiente enlace: https://soundcloud.com/redparacrecer/un-granito-de-arena
|