Desde el 2005, el 18 de junio de cada año, se celebra internacionalmente el Día del Orgullo Autista.
Se trata de un reconocimiento de que el autismo es parte de la naturaleza humana y que las personas en el espectro autista no tienen que avergonzarse de su condición, sino que, por el contrario, deben sentirse orgullosos de las fortalezas y características positivas, diferentes de la norma común, que la condición autista les aporta.
Es interesante porque de alguna manera ayuda al balance social, refuerza la autoestima de muchas personas que han sido maltratadas por sus diferencias y porque estimula conversaciones, sensibilización y concienciación sobre el autismo y sus aportes históricos a la humanidad.
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